
El fotógrafo Ricardo Alfieri (Padre) de revista «El Gráfico», estaba con su máquina pronta ese día, Argentina se consagraba campeón del mundo, y había que inmortalizar en fotos ese momento.
Era un 25 de junio de 1978, el Estadio Monumental de Nuñez era un hervidero, después de 120 minutos dramáticos, Argentina había derrotado a Holanda 3 a 1 y lograba adjudicarse por primera vez la Copa del Mundo.
Desde la tribuna, un muchacho sin brazos llamado Víctor Dell’Aquila, había saltado a la cancha para «abrazarse» con sus ídolos.
El mismo protagonista cuenta ese momento, que quedó inmortalizado para siempre en la foto de Ricardo Alfieri:
“Estaba en la platea que está sobre Figueroa Alcorta, cuando faltaba poco para terminar el partido me fui bien abajo y me senté. En esa época era un pendejo, pesaba 50 kilos y tenía un buen estado. Cuando vi que el referí levantó la mano, pasé los pies, flexioné y ¡tac! Caí paradito. Pero seguían jugando, habían adicionado minutos. Entonces caminé despacito y me puse al lado del palo de Fillol. Y cuando tocó pito el juez salí corriendo en busca de alguien a quien abrazar. En un momento, Tarantini se arrodilló como rezándole a Dios. Fillol hizo lo mismo y se abrazaron. Justo llegué yo. Me frené y las mangas se fueron para adelante. Y ahí Alfieri sacó la foto. Yo la tengo dedicada por él”.
Así fue que nació el «abrazo del alma»…
Antony Callero