
El francés Arsene Wenger asumió como entrenador del Arsenal en 1996, cargo que desempeñó hasta finalizada la temporada 2017-2018.
Durante esos 22 años, hay un sin número de anécdotas, pero una de las mas curiosas ocurrió cuando realizó una reunión con el holandés Marc Overmars y el francés Nicolás Anelka, con el fin de limar asperezas.
Anelka se quejaba constantemente de que sus compañeros no le pasaban el balón, especialmente Overmars.
Wenger, quién se graduó en economía en 1974, habla perfectamente inglés, francés, italiano, alemán y japonés, por lo que hizo de mediador ese día.
Le preguntó primero a Anelka cual era el problema, y este se despachó (en francés) con todo tipo de adjetivos descalificativos contra su compañero, que escuchaba sin entender lo que hablaba el francés.
A continuación Wenger con mucha rapidez mental le habló a Overmars en inglés (idioma que Anelka no entendía) y le dijo que su compañero le pedía disculpas, y que alababa sus condiciones futbolísticas, lo único que quería era que le pasara un poco mas la pelota.
Con esa «trampita» de Wenger, los dos futbolistas se abrazaron y quedaron zanjadas las diferencias. Un genio Arsene !!
Antony Callero