Después del puntapié inicial en Uruguay 1930, llegó el turno de la organización para Italia, quién presentó el proyecto mas firme, aunque Suecia también tenía intenciones de llevar a cabo el torneo.
Un total de 31 países se inscribieron para participar de la máxima justa futbolística, por lo que se desarrolló una etapa preliminar para conocer a los 16 seleccionados que tomarían parte del evento.

Como dato curioso, digamos que el anfitrión, Italia, también jugó dichas eliminatorias, enfrentando a Grecia, a la que goleó 7 a 0 como local, no disputándose el juego de vuelta.
Una de las mayores sorpresas fue la eliminación de Yugoslavia, que había llegado a las semifinales cuatro años atrás. Los balcánicos quedaron fuera en un grupo donde avanzaron Suiza y Rumania.
Europa había dado la espalda al torneo en 1930, esta vez Sudamérica hizo lo mismo. El campeón, Uruguay, no acudió a defender el título, mientras que Argentina lo hizo con un equipo amateur. Solo Brasil le dio la importancia real al torneo, llevando un equipo con importantes figuras.
El torneo se desarrolló por eliminación directa, y contó con 8 sedes, Roma, Bologna, Florencia, Génova, Milán, Nápoli, Trieste y Turín.
El 27 de Mayo se jugaron los encuentros de Octavos de Final, donde no se registraron mayores sorpresas, Suecia venció a una disminuida Argentina 3 a 2, Alemania goleó a Bélgica 5 a 2 (hatt-trick de Edmund Conen), Suiza superó a Países Bajos 3 a 2, Checoslovaquia 2 a 1 a Rumania, Hungría 4 a 2 a Egipto, mientras que el seleccionado local de Italia vapuleó 7 a 1 a Estados Unidos, con un hatt-trick de Angelo Schiavio.

Había dos juegos que despertaban mayor interés, Austria, que venía con muy buenos antecedentes, sacó del camino a Francia, a la que derrotó 3 a 2 en la prórroga. y España se impuso a Brasil 3 a 1.
En Cuartos de Final, Alemania eliminaba a Suecia (2-1), Checoslovaquia hacía lo propio con Suiza (3-2) y Austria en otro gran juego se cargaba a Hungría (2-1).
El gran duelo de Cuartos lo protagonizaban Italia y España, dos de los grandes selecciones del mundo en ese momento.
El 31 de Mayo igualaron 1 a 1 en Florencia después de 120 minutos de juego muy intenso; marcaron Luis Regueiro para la «roja» y Giovanni Ferrari para la «azzurri».
Con muchas bajas por lesión se jugó el desempate al otro día en el mismo estadio «Giovanni Berta». Fue otro duro encuentro, donde Italia salió victorioso 1 a 0, por el gol anotado por el gran Giuseppe Meazza.
Dos días después, el 3 de Junio, se debían disputar las semifinales, donde Checoslovaquia dio la campanada, derrotó 3 a 1 a Alemania y logró avanzar a la gran final.
Italia, después de haber jugado dos encuentros muy duros en 24 horas, y con solo 48 de descanso, se enfrentaba a la temida Austria de Mathías Sindelar, el famoso «wunderteam».
En un duelo de mucha paridad, un solitario tanto de Enrique Guaita a los 34 minutos dio la victoria al equipo italiano, que de esa manera se plantaba en la final, solo quedaba un pasito para darle una alegría a «Il Duce,» Benito Mussolini, que ideó todo el evento con fines propagandísticos de su ideología fascista.

El 10 de Junio en el Estadio Nacional de Roma se disputaría la gran final entre Italia y Checoslovaquia. Si bien los locales tuvieron la iniciativa, fueron los checos que se adelantaron en el marcador sobre el minuto 71, por intermedio de su extremo Antonín Puc.
Pero Italia no bajó los brazos, y con el empuje de su afición llegó a la igualdad a los 81 por intermedio de Raimundo Orsi.
El juego se fue a suplementario, y allí apareció el goleador Angelo Schiavio sobre el minuto 95 para marcar el 2 a 1 que le daba la victoria y el título a los dirigidos por don Vittorio Pozzo.

El goleador del torneo fue el checo Oldrich Nejedly, quién marcó 5 goles, uno mas que Edmund Conen (Alemania) y Angelo Schiavio (Italia) 4.
Antony Callero