
A los 11 años, un niño se divertía con un balón de fútbol en su Częstochowa natal, nada hacía presagiar lo que estaba por ocurrir, y que cambiaría el curso de su vida…
Al llegar a su casa, su padre y su madre tenían una fuerte discusión conyugal, la misma fue subiendo de tono, y ante los atónitos ojos de «Kuba», su padre Zygmunt mató de varias puñaladas a su madre Anna.
Este es el comienzo de la triste historia de Jakub Blaszczykowski, este centrocampista polaco, que pese al trauma sufrido, logró salir adelante, y cumplir su sueño de ser un futbolista profesional.
Su abuela se encargó de su enseñanza de allí en más, no fue nada fácil, el pequeño -que hasta ese momento jugaba al fútbol en las infantiles del Rakow Czestochowa- entró en un fuerte estado depresivo, y no quería saber nada del fútbol.
Fue su tío Jerzy Brezczec, ex-capitán de la selección polaca, quién entusiasmó al joven «Kuba» para volver a practicar su deporte preferido.
«Sé que ese recuerdo me va a acompañar el resto de mi vida. Daría todo lo que fuera a cambio de que mi madre estuviera viva. Lo que ocurrió dio un giro de 180 grados a mi vida. Fue como si una roca hubiera caído sobre mi cabeza y una semana después despertara y tuviera que volver a comenzar con mi vida y sobreponerme a todo como si nada hubiera ocurrido. Nunca entenderé lo que pasó ni la razón por la cual pasó» (Blaszczykowski).
En la temporada 2002-2003 debutó en el primer equipo de su ciudad natal, el KS Czestochowa, de la Tercera División, donde jugaría hasta el 2004, jugando 24 partidos y anotando 11 goles.
En el 2005, con 19 años de edad, Blaszczykowski da un importante paso en su carrera al fichar por el Wisla Cracovia, uno de los principales equipos de su país, jugando allí 3 temporadas.

Sus buenas actuaciones hicieron que en el 2007 el Borussia Dortmund fijara su ojos en este joven polaco de oscuro pasado, pagando 3 millones de euros por su traspaso.
Ya por ese entonces había debutado en la selección polaca en el 2006, en un amistoso ante Arabia Saudita.
En el Borussia Dortmund pasaría 8 temporadas inolvidables, donde consiguió 2 Bundesligas (2011 y 2012), la Copa de Alemania (2012), la Súper Copa Alemana (2013), y finalista de la Champions League en ese 2013, cayendo en la final de Wembley, 2 a 1 ante el Bayern Munich. Jugó 252 partidos con los «canarios», donde anotó 32 goles.

En la temporada 2015-2016 fichó por la Fiorentina de Italia, donde no logró convencer, por lo que al año siguiente regresa a Alemania para jugar en el Wolfsburgo, club en el que actualmente está disputando su segunda temporada.
Con la selección de Polonia ha jugado hasta el momento (continúa en actividad) 103 partidos, y anotando 21 goles. Jugó las Eurocopas del 2012 y 2016, y el Mundial de Rusia 2018, donde solo jugó en el primer encuentro ante Senegal.

Cada gol que anota, «Kuba» mira hacia el cielo recordando a su madre. «Nunca voy a entender por qué sucedió. Yo siempre me pregunto ‘¿por qué?’ Hasta el final de mi vida voy a tener que vivir con esto. Daría todo lo que fuera a cambio de que mi madre estuviera viva”.
En Mayo del 2012 vivió otro momento duro en su vida, su padre -ya en libertad- falleció, y «Kuba» decidió asistir a su funeral, pese a que desde aquel suceso que enlutó su vida, jamás volvió a verlo.
Antony Callero