Chelsea es el campeón del Mundial de Clubes, después de vencer en la final a Palmeiras de Brasil 2 a 1 tras una prórroga.
El equipo londinense no la tuvo fácil, ante un rival que lo dejó todo.
Palmeiras hizo un gran primer tiempo, tuvo alguna ocasión de contragolpe, pero no supo aprovecharla.
En la segunda parte se intensificó el dominio de los «blue», que llegaron a la apertura del tanteador a los 55 minutos por intermedio del belga Romelu Lukaku con golpe de cabeza.
Parecía acusar le golpe el «verdao», pero sin embargo encontró un penalti, cobrado a instancias del VAR, que Raphael Veiga lo transformó en gol, corría le minuto 64.
Empujado por los miles de paulistas que se dieron cita en el Mohammed Bin Zayed Stadium de Abu Dabi, el equipo de Abel Ferreira se animó a mas, pero no tenía armas ofensivas para herir la Chelsea.
Tampoco los de Tuchel pudieron llegar con demasiado peligro sobre la portería de Weverton, por lo que que se fue a la prórroga.
Parecía que todo se iba a decidir en los penaltis, pero a los 117 minutos, una mano dentro del área de Palmeiras, y el árbitro -también a instancias de un llamado del VAR- cobra la pena máxima.
El alemán Kai Havertz -el mismo héroe de la final de la Champions- fue el encargado de rematar y anotar el 2 a 1, que finalmente le daría el título al Chelsea.
Primer título mundial para el equipo de la capital británica, tras haber perdido en 2012 la final ante Corinthians de Brasil.
Ya son 9 ediciones consecutivas donde Europa impone supremacía en este Mundial de Clubes.
En el partido por el tercer puesto, Al Ahly, el poderoso equipo de Egipto, se impuso por goleada 4 a 0 al campeón asiático, Al Hilal de Arabia Saudita.
Antony Callero