
No tuvo una infancia de privaciones como otros futbolistas, ya que su abuelo era un importante inversor petrolero, pero para ganarse un nombre en el fútbol, Kevin de Bruyne no las tuvo todas consigo.
Su infancia se la pasó entre Inglaterra, Burundi y Costa del Marfil, donde su abuelo tenía negocios, aunque él había nacido en Gante, un 28 de Junio de 1991.
Kevin jugó en el Gent de su ciudad, hasta que en el 2005 fue fichado por el Genk, de la ciudad homónima. Allí conseguiría debutar en Primera División en la temporada 2008-2009.
Bastante tímido, muy callado en su forma de ser, De Bruyne ficharía por el Chelsea en el 2012 a cambio de 8 millones de euros, pero el club inglés lo prestaría al Werder Bremen para que siga puliendo sus cualidades futbolísticas.
Tras esa temporada a préstamo regresa al Chelsea, pero el portugués José Mourinho desestima las condiciones de Kevin, a quién apenas tiene en cuenta. Comienza un duelo de palabras entre el entrenador y su padre, y finalmente se fuerza la salida del jugador.
Allí aparecería el Wolfsburgo, quién en el 2013 paga 21 millones de euros para hacerse con sus servicios. En la Bundesliga De Bruyne explotaría definitivamente, consolidándose como una de las grandes figuras, y siendo elegido mejor jugador de la temporada 2014-2015.
Estaría solo dos temporadas en el club de W, en el 2015 el Manchester City aparece con una suculenta oferta de 75 millones de euros, y Kevin regresa a la Premier League por la revancha,
De la mano de Pep Guardiola, De Bruyne se consolidaría como el mejor mediocampista no solo de la Premier, sino del fútbol europeo, magistral en su manejo y visión de juego, siempre intentando habilitar a sus compañeros para ponerlos de cara al gol, o para llegar a definir la jugada.
Fue clave en las Ligas conseguidas por el City en 2018 y 2019, durante las temporadas 2017, 2018 y 2020 fue el máximo asistente de la Liga, y en el 2020 mejor futbolista de la Premier League.
El «feeling» entre Guardiola y De Bruyne se dio desde el comienzo, tras los festejos del título de la temporada 2018-2019, Kevin le dijo a Guardiola en tono de broma «eres un entrenador de mierda… solo ganas», lo que desató las risas del mister.
Lo cierto que en el City, De Bruyne encontró la alegría para jugar que no pudo encontrar con Mourinho en el Chelsea, o que este no le permitió encontrar.
Antony Callero